41 bandas en Caracas actúan
sin contención del Estado
■ Crecieron entre la impunidad y la negligencia, y siembran terror en el país
■ Carlos Luis Revete, alias “Coki”, cumple mañana tres semanas prófugo de la justicia.
■ En el municipio Libertador están 19 de las organizaciones criminales que actúan en las cinco jurisdicciones de la capital.
■ Para erradicar las megabandas, el gobierno lanzó esta semana una razzia militar-policial llamada Operación de Liberación del Pueblo (OLP).
■ Solían ser pequeñas y ya infundían terror. Pero ahora las pandillas de los barrios en Venezuela dieron paso a la aparición de las llamadas “megabandas”.
Caracas.- Según los expertos, “megabandas” fuertemente armadas están aterrorizando sectores de Venezuela, lo que sería el más reciente indicio de que el caos criminal en el país puede estar tendiendo hacia la conformación de estructuras más organizadas.
El Observatorio de Delito Organizado de Venezuela emitió una alerta en la que llama la atención sobre el creciente poder de estructuras criminales a las que denomina “megabandas”. Cada una de ellas tiene cerca de 50 miembros que conforman su base, pero pueden apoyarse en redes de hasta 200 criminales mediante conexiones con bandas callejeras locales.
Las principales actividades criminales de las “megabandas” son la extorsión, el secuestro, el robo, el sicariato y el tráfico de drogas. Estas bandas están mejor armadas que las padillas callejeras comunes, y su armamento incluye rifles de asalto y granadas de fragmentación.
El observatorio señaló que las megabandas no son una evolución de las pequeñas pandillas callejeras, sino que se basan en un modelo criminal desarrollado en las prisiones de Venezuela, donde líderes conocidos como “pranes” dominan estructuras jerárquicamente organizadas. Varias de las bandas son controladas por este tipo de figuras desde las prisiones.
La Cota 905:
La captura del líder de la banda, que lleva su apodo y que se moviliza por la Cota 905, El Paraíso y El Cementerio, era objetivo de la Operación de Liberación del Pueblo que los cuerpos de seguridad desplegaron en la Cota 905 el 13 de julio, pero ya no estaba allí.
La organización del “Coki” es una de los 41 grupos que operan en los 5 municipios de Caracas es una de las 19 que actúan en Libertador y que colocan a Caracas en una de las capitales más expuestas al delito en América Latina.
Si bien en Sucre, Chacao, Baruta y El Hatillo se concentran 22 de estas organizaciones delictivas la mitad más uno de las que existen en toda la ciudad, en Libertador los grupos delictivos involucrados con la venta de drogas, homicidios, extorsión y robo de vehículos llevan más de dos décadas en la zona, como la del 70 en El Valle; están más organizadas y cuentan con más de 100 hombres que tienen definidas sus funciones para mantener el control en algunos barrios de la parroquia, como en el bloque 10 de Propatria, donde el grupo de “Las Barras” con jóvenes “gariteros” hacen guardias 24 x 24 horas para vigilar los movimientos en el sector popular.
Aunque algunos de los integrantes de estas bandas han sido detenidos en procedimientos policiales, otros miembros se han reagrupado o han ganado más “cartel”, más popularidad entre las bandas, más poder.
Las “megabandas”, nuevas dueñas del crimen organizado:
“La megabanda, de «El Picure» y la de «El Juvenal», tomaron mucha fuerza en número de integrantes, en materia de logística y en capacidad de fuego”, dijo el sociólogo Roberto Briceño León, director del Observatorio Venezolano de la Violencia. “Tienen acceso a armas de guerra, Ak-47s, AR15s, granadas fragmentarias, y tienen una cobertura geográfica importante, porque coordinan con pequeñas bandas locales, a las que le ofrecen logística y protección”, explicó.
Las megabandas usan ese armamento para no solo emprender sus actividades delictivas, sino también enfrentar a las fuerzas del orden de igual a igual, atacando con granadas y rifles de asalto estaciones de policía en incidentes recientes. El Picure -organización que lleva el nombre de su fundador, José Tovar Colina, alias “El Picure”- ha estado en los titulares de prensa últimamente tras una serie de enfrentamientos con los organismos de seguridad en las zonas donde opera, principalmente en los estados de Aragua y Guárico. El Picure comenzó a extender sus tentáculos a Caracas, pero su poder en la capital es muy inferior al que ejerce El Coqui, otra de las bandas que acaparan la atención de los medios por estos días.
La megabanda de “El Coqui” liderada por Carlos Luis Revete, alias “El Coqui”, una agrupación que logró establecer una amplia alianza con otras pandillas y conforma una confederación que controla las actividades delictivas en el sur de la capital. La mayoría de las megabandas operan en los estados centrales del país y en el corredor nororiental que va desde Caracas hacia Puerto La Cruz. Una de ellas opera en el estado de Zulia y otra en la zona minera del estado de Bolívar.Que el régimen ahora haya salido a combatirlas no es una casualidad. “El costo político de no reprimir se volvió demasiado alto para el gobierno”, dijo Cedeño.
Hay cierto tufillo electoral en las redadas. Los vecinos afectados viven en las zonas populares de alta densidad que tradicionalmente han respaldado al chavismo y el tema había comenzado a verse reflejado en las encuestas de cara a las cruciales elecciones parlamentarias de diciembre.
Pero las relaciones entre el régimen y los pandilleros no siempre fueron hostiles. Entre las principales razones atribuidas al surgimiento de las megabandas están las denominadas “zonas de paz”, o territorios libres de presencia policial, constituidos para beneficiar a las pandillas con la esperanza de que dejaran de matarse en enfrentamientos territoriales y que eventualmente depusieran sus armas para incorporarse a la sociedad. La iniciativa tuvo resultados parciales. Los pandilleros lograron ver las ventajas de hacer las paces, pero terminaron forjando alianzas para seguir delinquiendo.
¿Una paradoja?:
“A 20 funcionarios de Policaracas les abrieron un proceso de sanción y posible destitución por haber ingresado a la Cota 905 sin notificarles a sus superiores. Los 7 oficiales que resultaron lesionados también son investigados”, informa El Nacional en su edición del 14 de junio de 2015.
En la nota un efectivo dice que la Cota 905 es una zona de paz y que el director del organismo de seguridad, general de brigada de la GNB, Eduardo Serrano, les llamó la atención a los agentes que entraron en ese sector e incluso amenazó a algunos con despedirlos.
Sin límites:
Ese poder, a juicio del sociólogo Roberto Briceño León, director del Observatorio Venezolano de la Violencia, aumentó desde 2005 cuando las pandillas de Caracas, de tamaño reducido y actuación limitada, comenzaron a mutar a mafias organizadas, con un mando jerárquico piramidal.
“Hoy se ha puesto al día el crimen organizado y las bandas se convirtieron en alumnos aprovechados”, explicó. El pasado sábado 25, el presidente Maduro dijo: “Estamos desarrollando una fase especial de las OLP. para proteger al pueblo, ya basta de crímenes.
La OLP va a “liberar” al país:
Sin embargo, Caracas es la capita con más homicidios en el mundo. “Tiene una tasa de 122 muertes por cada 100.000 habitantes, nunca había tenido un desarrollo de bandas tan estructuradas como en la actualidad. Antes eran pequeñas, tenían actuación limitada y una estructura jerárquica horizontal y no tenían unificación de mando.
Actualmente existen con una jerarquía piramidal en la que los líderes se entienden con la parte media y esta con el último eslabón”, precisó Briceño León.
Aseguró que las mafias han perfeccionado sus técnicas por la escasa contención del Estado, como sí sucede, por ejemplo, en México, Brasil y Colombia y por esta razón las bandas en Venezuela pueden tener un nivel de acción superior que el de sus pares en otros países: “Mientras en la década de los 90 y a principios del 2000 las pandillas robaban al carnicero, ahora le cobran al carnicero para no robarlo. Los delincuentes les cobran a sus víctimas para no asaltarlas”.
Cada megabanda, según Cedeño, tiene núcleos de 30 a 50 personas que son capaces de trazar alianzas para hacer trabajos específicos en otras áreas del país. El programa de las “zonas de paz” incrementó la magnitud de estas pandillas, y según Cedeño les confirió a sus líderes poderes de negociación similares a los que tienen los “pranes” o jefes de presos.
“La megabanda que vemos surgir en contraposición a la banda tradicional enmarcada a un entorno geográfico particular busca replicar el éxito que han tenido los pranes de las cárceles, en cuanto a capacidad de fuego y peso de negociación con las autoridades del Estado”, afirmó.
Ausencia de controles:
Para el criminólogo Keymer Ávila, el crecimiento de los grupos criminales en el país se origina en la falta de controles formales por parte del Estado.
Ávila indicó que estos grupos desarrollan alianzas con estructuras medias de los cuerpos armados. De esta forma obtienen la posibilidad de operar con impunidad, reúnen armas y aumentan su capacidad logística.
“No los veo como paramilitares, pero sí una consecuencia de la falta de intervención por parte del Estado. Es como el niño al que no le ponen límites. Empezaron usando revólveres, ahora tienen pistolas, granadas y armas largas”, explicó.
En torno a las grandes bandas ya identificadas –según Cedeño– podrían operar hasta 600 personas. Esto incluye tanto a los núcleos de cada grupo como a las personas que ocasionalmente les prestan algún servicio; 7 de las 12 grandes organizaciones tienen su área de acción en el Distrito Capital y el estado Miranda.
En Guárico y Aragua hay 3, incluida una estrechamente relacionada con el penal de Tocorón. Las restantes están en los estados Bolívar y Zulia.
El Dato: Hasta ahora las grandes redadas se han realizado en Aragua y Distrito Capital. Para erradicar las megabandas, el gobierno lanzó esta semana una actividad militar y policial llamada Operación de Liberación del Pueblo. Hasta ahora las grandes redadas se han realizado en Aragua y Distrito Capital.
Por: Angélica Lugo
Javier Ignacio Mayorca
Deivis Ramírez Miranda