- Entre marzo y abril ocurrió el fenómeno: el número de saqueos ejecutados sobrepasó al de los intentos de saqueo. Sólo en el último mes hubo 33 eventos de esta naturaleza. Durante el año han sucedido 116.
- El estado Zulia es el territorio donde se ha consumado el mayor número de acciones vandálicas de este tipo. A raíz de los desórdenes que se han presentado allí desde el lunes, el Comando Estratégico de Operaciones aplica un dispositivo “anti-guarimbas y antisaqueos”.
Este abril y el marzo pasado comparten una particularidad. En ambos meses, los saqueos ejecutados superaron a los intentos de saqueo. El fenómeno era exactamente el contrario en los dos primeros meses del año. En enero, por ejemplo, el informe del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) indicó que hubo 19 intentos de saqueo y 10 saqueos consumados, mientras que en febrero, los intentos llegaron a 22 y los saqueos a 13. Los primeros, como se ve, solían ser más numerosos que los últimos.
Estas acciones violentas no son nuevas. La profundización de la escasez, cuyo índice oficial dejó de difundirse hace dos años, dejó ver los primeros sucesos de esta naturaleza en 2013, cuando comenzaron a verse los ataques hacia gandolas y camiones que transportaban distintas mercancías.
A medida de que transcurre el tiempo, los anaqueles están más vacíos y los números de este delito avanzan año a año. Según el OVCS,
en 2015 hubo 287 saqueos e intentos de saqueo en Venezuela. La mayoría estaba dirigidos a transportes de carga de productos alimenticios y a expendios de alimentos.
Cuatro factores que potencian los saqueos
Los hechos de violencia colectiva, que han pasado de protestas, quema de cauchos y cierre de vías, a saqueos y actos vandálicos, están potenciados por cuatro factores, afirma el sociólogo y experto en temas de violencia,
Luis Cedeño: erosión del salario, escasez, desmovilización laboral y la matriz de opinión que transfiere la carga de culpa por la falta de alimentos a los comerciantes.
El experto y coordinador de la
ONG Paz Activa, explica que los ciudadanos han disminuido sus acciones en sus diferentes roles pues sienten que sus ingresos no compensan sus esfuerzos. En el caso de los policías la inconformidad con su realidad salarial se manifiesta de distintas maneras. “
La policía hoy día siente que no tiene la responsabilidad de intervenir en este tipo de hechos de violencia, como los saqueos y los linchamientos. Que lo que ganan, lo que reciben a cambio no compensa los riesgos que deben enfrentar. Y entonces lo que hay es una conducta permisiva. La gente ha notado que la función policial ha disminuído y aprovechan esa situación.”, explica Luis Cedeño.
El tercer elemento que sirve de abono a los actos vandálicos y desvalijamiento de comercios es que
se ha creado una matriz de opinión que transfiere la carga de culpa por la falta de alimentos a los privados. “Desde el Gobierno han hecho ver que no es un problema de escasez sino de acaparamiento. Que el responsable no es el Estado sino los comerciantes, y esto de alguna manera explica el porqué la gente arremete contra los establecimientos como abastos, farmacias y panaderías”, dijo el coordinador de Paz Activa.
El último factor que podría estar facilitando los saqueos es la desmovilización laboral, así denomina Luis Cedeño le medida del Gobierno de suspender las actividades en los entes del Estado de miércoles a domingo. Esto solo ocupa dos mediodía a los funcionarios públicos. “El ocio es un estado que facilita la sugestión y que lleva a las personas a participar en hechos en los que no intervendrían si estuvieran ocupados en sus trabajos. Esto aplica para los saqueos y los linchamientos”.
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