domingo, 20 de noviembre de 2011

Trece años perdidos; por Luis Cedeño. La Razon de España, 18 de Noviembre 2011


Observamos con preocupación como el Dispositivo de Seguridad Ciudadana a cargo de la Guardia Nacional –una rama de las Fuerzas Armadas Bolivarianas– se está desplegando a lo largo y ancho de Venezuela en respuesta a la emergencia de seguridad que presenta el país. Este dispositivo no parece ser transitorio y consume importantes recursos económicos. Los cuerpos de seguridad ciudadana no cuentan con los recursos necesarios para graduar nuevos cadetes, mejorar la situación salarial de los funcionarios policiales y adquirir el equipamiento necesario para sus labores. El uso de la fuerza militar en contextos urbanos con civiles para controlar la delincuencia ha sido comprobado su ineficacia y genera serias distorsiones. La más relevante es que se acciona a soldados entrenados para la guerra y para matar a su enemigo en un contexto donde deben prevalecer los principios de Derechos Humanos y libertades civiles.

El jueves, el presidente Chávez tomó juramento a un contingente de la Guardia Nacional, que renombró como «La Guardia del Pueblo», conformado por 3.263 militares. La nueva unidad, se desplegará en las zonas con mayor índice de delincuencia bajo las órdenes directas del mismo Dispositivo de Seguridad. El mandatario dijo en ese mismo acto castrense que: «Es necesario que me lleguen con recomendaciones para yo entrar en el juego. Tenemos que devolver la seguridad plena en todas las calles de Venezuela». Después de 13 años y más de 130.000 homicidios, el presidente desea por fin tomar las riendas del que ha sido a lo largo de todos estos años el principal problema de los venezolanos.

Luis Cedeño
Sociólogo venezolano y director de la Asociación Paz Activa