“Cuando los niños preguntan, se les
dice que sus papás están trabajando con Jehová en el cielo, que de allá los
miran y los bendicen. Hay que salir adelante por ellos, hay que levantarlos” María
Elena Delgado / BBC Mundo
Expertos señalan que es necesario ofrecer atención
especializada para evitar sentimientos de rencor, que llevan a los familiares a
cometer otros asesinatos por venganza
LISSETTE CARDONA
13 DE ENERO 2014 - 12:06 AM
El pasado miércoles el gobierno central anunció la creación
de una Oficina de Atención a las Víctimas, que trabajará con los familiares de
quienes sufren pérdidas por homicidio. No es la primera vez que se plantea la
creación de una dependencia encargada de brindar apoyo a los dolientes de los asesinados.
En 2012 se informó de la creación del Sistema Nacional de
Atención a Víctimas, que articularía a jueces, defensores del pueblo y
fiscales. Se dijo que se organizaría un Registro Nacional de Víctimas y un
sistema de asignaciones dinerarias para sobrevivientes de la violencia grave
para indemnizaciones que no se concretaron. Pese a la intención de fundar un
organismo que se ocupe de las víctimas de la violencia, la falta de una
dependencia especializada en los huérfanos persiste.
El sociólogo Roberto Briceño León, director del Observatorio
Venezolano de Violencia, indicó que el Estado venezolano no cuenta con una
política de atención a los niños huérfanos por la violencia, el apoyo se ofrece
de manera generalizada y llega de manera tardía. La desatención específica de
los hijos de asesinados forma parte de un círculo vicioso.
“La orfandad siempre es dura y cuando es producto de una
acción humana, por asesinato, hay una atribución de culpabilidad en otro que
puede generar sentimientos de venganza. Estos niños no tienen quien se ocupe de
ellos”, aseguró.
Luis Cedeño, sociólogo del Instituto de Investigaciones de
Convivencia y Seguridad Ciudadana y presidente de Paz Activa, señaló que las
personas que pierden a un familiar pocas veces obtienen apoyo posterior al
suceso.
“Nos ocupamos de atrapar al victimario, pero no de las
víctimas. Hay un dolor humano y psicológico que atender. No hay asistencia del
Estado o no es expedita. Normalmente el hombre que es víctima de homicidio deja
un problema porque es el sustento del hogar. Pero en Venezuela la familia es
mayormente matriarcal. Es mucho más grave cuando se pierde a la madre porque
hay un patrón de revictimización. Ella era quien inculcaba los valores, y
cuando falta ese niño se pude convertir en victimario”, expresó.
Hace un año, la Universidad Nacional Experimental de la
Seguridad habilitó el Servicio de Atención Integral a Víctimas de Violencia
para brindar acompañamiento a las víctimas, pero solo se ofrece a habitantes de
la parroquia Sucre en Caracas, es decir, a un número limitado de afectados. Las
llamadas formuladas al Saivv por el 0212-802-8800, el pasado viernes 10 de
enero, no fueron atendidas. El tono al otro lado del teléfono indicaba que la
línea estaba ocupada y así permaneció toda la tarde.
Solas
A los tres hijos de María Elena Delgado los mataron. Su
nieto, de 20 años de edad, también fue asesinado. Las muertes obligaron a la
mujer a apoyar a sus nueras en la crianza de tres niños, de 3, 5 y 6 años de
edad. Todo ocurrió entre 1999 y 2008. Ninguna de las mujeres, que comparten la
misma casa, ha recibido apoyo para superar las pérdidas.
“El miedo lo sentí cuando perdí a mis hijos, pero igual me
fui contra todo. Perseguía a los malandros y le avisaba a los policías. Me fui
calmando, pero después me encerré por ocho meses. Me costó mucho, pero salí
adelante. A esos tres niños hay que levantarlos. Por eso tuvimos que ponernos a
trabajar”, relató.
Delgado, que vive en Petare, contó que cada vez que los
pequeños preguntan por sus papás le dice que están en el cielo.
“El mayor hizo el regalo del Día del Padre en la escuela y
no tenía a quien dárselo. No se le había dicho nada hasta ese momento. Le
tuvimos que decir lo que pasó. Lloró mucho, pero después el regalo me lo dio a
mí”, narró.
El número de huérfanos por la violencia en Venezuela es
desconocido. Cientos de niños como los nietos de María Elena Delgado han
quedado sin padre, sin madre o sin ambos, en hechos delictivos.
Víctimas secundarias
El Informe sobre la Situación de Violencia en el Área Metropolitana
de Caracas de 2011 del Cabildo Metropolitano de Caracas señala que la falta de
estadísticas sobre los homicidios incide en el desconocimiento del número de
víctimas secundarias.
“En Venezuela, el duelo traumático por victimización
secundaria por delitos violentos es sufrido por más de medio millón de personas
durante los últimos 10 años, y no existe ningún tipo de política de apoyo para
esas mujeres y su familia, particularmente las niñas y los niños que quedan
huérfanos o pierden a sus hermanos y otros familiares significativos producto
del homicidio con armas de fuego”, dice el texto.
De acuerdo con los reportes de muertes publicados por El
Nacional, cerca de 28 niños quedaron huérfanos en diciembre de 2013. En lo que
va de 2014, otros 5 chiquillos corrieron con la misma suerte, entre ellos, la
hija de la actriz Mónica Spear. La cifra es un subregistro. Solo cuenta los
casos reportados por los periodistas.
LAS CIFRAS
28 niños quedaron huérfanos en diciembre de 2013 por causa
de homicidio. 2 de ellos presenciaron el asesinato de sus padres
5 niños quedaron huérfanos entre el 1° y el 10 de enero de
2014. Solo la hija de Mónica Spear vio el homicidio de sus papás
24.763 muertes violentas se registraron en 2013. La mayor
parte de los homicidios, equivalentes a 53%, fue contra hombres
12% del total de muertes que se registran en Venezuela
anualmente se produce luego de un hecho delictivo o situación de violencia
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