El secuestro tradicional en Venezuela ha crecido de forma exponencial en los últimos 10 años. Este crecimiento del fenómeno generó un terreno fértil para que otras modalidades como el secuestro express se desarrollara también de una forma rápida y alarmante. Al poco tiempo la modalidad del secuestro virtual se empezó a observar; donde un grupo extorsionador deshabilitaba la línea del celular del objetivo y luego procedian a llamar a sus familiares para exigir cantidades de dinero para exigir la liberación de una persona que no estaba bajo ninguna amenaza, sino simplemente incomunicado.
Ahora la nueva modalidad es probablemente la de menor costo y mayor beneficio para los grupos delictivos: el telemercadeo extorsivo. Los primeros reportes de esta práctica vienen de por lo menos 18 meses atras. La información de sus víctimas les llega de base de datos robadas a empresas de seguros o prestadores de servicios como las compañías de celulares. Les llegan estos datos por miles, filtrando a los altos consumidores y otras variables muy básicas como la calidad y cantidad de información sobre los objetivos. Proceden entonces a llamar a sus víctimas, varias decenas diariamente. Conocen sus nombres, eso es lo primero que preguntan para estar seguros de estar hablando con la persona correcta y verifican otros datos como la dirección y el teléfono. Luego proceden con el "pitch" extorsivo donde proceden a la amenaza de secuestro u homicidio de un miembro del nucleo familiar, saben quienes son y donde vives. Si la víctima sede frente a la amenaza virtual, entonces empieza la negociación sobre el monto y la forma de pago.
Este modus operandi de extorsión se asemeja mucho a una operación de telemercadeo, donde la efectividad pareciera baja, dado el volumen de llamadas que se deben realizar para cerrar una venta, pero en realidad es sumamente lucrativo. Para grupos como estos cerrar una a dos extorsiones virtuales diarias, que pueden promediar entre 30-50 mil Bsf., es un excelente negocio con un riesgo mínimo a ser detectados o lesionados en el intento. Tanto es así, que se cree que algunos de estos grupos operan dentro de las cárceles y tienen su apoyo logístico fuera para recolectar los dineros producto de la extorsión.
Lo que deben hacer las potenciales víctimas de este tipo de delito es no atender números que aparecen como privados, son los que se utilizan con mayor frequencia para estas prácticas. Si se llega atender una de estas llamadas, no dar ningun tipo de información sobre su persona u otras. Al momento que Ud. sospeche que es una extorsión, colgar inmediatamente y apagar su teléfono por lo menos por 2 horas y comunicarse por otro teléfono con su pariente más cercano y explicarle qué hacer si recibe una llamada similar. Los extorsionadores simplemente pasarán a llamar a el próximo de un larguísima lista que tienen disponible, el costo de llevar adelante la amenaza extorsiva es muy alto cuando hay víctimas más fáciles. Lo correcto luego de pasar el susto, sería denunciar a su policía local u regional el incidente y dar toda la información útil a las autoridades para que investiguen el caso.
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