Expertos consideran imposible combatir la inseguridad sin políticas integrales, revisión del Poder Judicial.
Son contadas las palabras que el presidente Hugo Chávez ha dedicado al problema de la violencia en el país. El sábado abrió un paréntesis en su discurso en la Asamblea Nacional para exculparse de los altos índices de criminalidad.
La reacción fue inmediata. A las pocas horas, Tareck el Aissami, ministro de Relaciones Interiores y Justicia, declaró a la Agencia Venezolana de Noticias que preparaba el proyecto Desarme al cuadrado, para regular el uso de armas de fuego y municiones: "¿Cómo una persona, cómo un joven, un adolescente, o cualquier persona que logre tener un arma de fuego llega a quitarle la vida a otro ser humano?", dijo.
Para los expertos en seguridad ciudadana son varios los componentes que influyeron en el desbordamiento de la violencia en Venezuela en la última década. El sociólogo Luis Cedeño, director de Paz Activa, expone la omisión del Ejecutivo nacional como responsable del crecimiento de los delitos. "Por la política del Gobierno, que ha centralizado las instituciones, podría decirse que no hablar de la inseguridad conllevó al ocultamiento de la situación y al desentendimiento de las autoridades del Estado.
Vemos que si el primer mandatario no habla del problema no se genera una respuesta.
Indiscutiblemente, la omisión de la violencia ha potenciado las altas tasas de homicidio", explicó. Aunque del Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia han salido varios planes para reducir los índices delictivos, los expertos en seguridad ciudadana coinciden en que ninguno ha tenido consecución a mediano plazo.
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