Norma creyó que el aguacero que caía sobre Caracas le permitiría enviar mensajes de texto sin que su Blackberry fuera visto por las personas que podían pasar junto a su carro. Esta ilusión se acabó cuando escuchó los golpes de la cacha de un revólver en la ventana del piloto.
"Dame ese teléfono si no quieres que te meta un tiro", le dijo un hombre que se trasladaba de parrillero en una moto de baja cilindrada. Al delincuente no le importó que fuera la 1:00 pm y que estuviera con su cómplice ante la vista de numerosas personas que, como Norma, permanecían en la tranca que se formó en la salida de la autopista Francisco Fajardo hacia Las Mercedes, en sentido este-oeste. La docente universitaria bajó el vidrio y asomó el aparato para que el hombre lo tomara. Cuando el parrillero iba a guardarlo, Norma vio que el morral estaba lleno de teléfonos como el de ella.
El robo de celulares Blackberry está de moda. Con el avance de la tecnología de comunicaciones, este aparato es prácticamente una "oficina móvil". Norma era reacia a utilizarlo, pero una vez que lo tuvo en sus manos no quería separarse de él. Lo que más le dolió fue que los hombres se llevaron toda la información sobre sus contactos, correos electrónicos y pines. Además de ser muy útiles, los teléfonos de este tipo se han convertido en un símbolo de estatus. Es por eso que, según el jefe de Investigaciones de Polichacao, inspector jefe Arturo Mora, los roban tanto los asaltantes de esquina como los "niños bien" del este de Caracas.
Tecnología preciada. Hay numerosos modelos de celulares Blackberry. Sus precios pueden ir actualmente desde 1.700 bolívares hasta 4.100 bolívares, en el caso de un modelo 9700 Bold, tal como lo informan las páginas web de las operadoras telefónicas del país. Estos precios rebasan el dinero en efectivo que puede llevar una persona promedio. En torno a estos aparatos se ha creado un mercado ilegal que, según el director de la organización Paz Activa, Luis Cedeño, involucra un trabajo de reprogramación y reventa tanto en el país como en Colombia, Panamá e incluso la ciudad de Miami.
En Venezuela, indicó Mora, un Blackberry de procedencia ilegal es reconocible por su valor. Si el precio del aparato legal es 1.700 bolívares, en el mercado paralelo se cotiza en 500 bolívares. Si se trata de los modelos más avanzados, puede costar alrededor de 1.500 bolívares. Es muy difícil precisar con cifras oficiales cuántos han sido robados en un determinado período. Las víctimas no denuncian estos delitos ante la policía científica. Para hacer este trabajo fueron contactadas cinco personas a las que les arrebataron su aparato este año. Ninguna acudió a las autoridades.
Las operadoras.
La Cámara de Empresas de Servicios de Telecomunicaciones ha indicado que todos los meses son robados o hurtados aproximadamente 90.000 aparatos de todos los tipos. Esta cifra se basa en las solicitudes de bloqueo de línea. Ahora los hampones concentran su búsqueda en los Blackberry en detrimento de los demás modelos, indicó Cedeño.
Las operadoras telefónicas comenzaron a tomar medidas al respecto. Movistar (Telefónica Venezuela) llegó a un acuerdo con la empresa canadiense RIM (Research in Motion), proveedora internacional del servicio Blackberry, que permite desactivar el PIN de los teléfonos, de manera que el aparato robado quedará inservible. Las primeras listas procesadas por Movistar incluyen 54.000 aparatos robados o hurtados entre los años 2009 y 2010, cuyos PIN serán desactivados. Posteriormente, indicó el gerente de Asuntos Corporativos de la empresa, Douglas Ochoa, se desactivarán otros 10.000 cada mes. Si estos números reflejan una participación en el mercado de los Blackberry, es probable que uno de cada tres teléfonos robados o hurtados en el país corresponda a este sistema.