miércoles, 20 de mayo de 2009

El Espacio Público Urbano es donde nos hacemos ciudadanos.


En muchas oportunidades me han consultado los responsables de las políticas de seguridad y en algunos casos alcaldes y gobernadores, qué es lo que consideraba que se debiera hacer primero para disminuir los altos índices de delincuencia; mi respuesta: recuperar el espacio público e inmobiliario urbano. En otras palabras, cemento y cabilla. Es una respuesta a corto plazo y de alto impacto; pero su efecto es transitorio, más temprano que tarde, el espacio recuperado o el inmobiliario remozado termina en el mismo estado que se encontraba.

La política y administración del espacio público debe integrar otros elementos más allá de lo material. Debe existir toda una construcción y concepción social alrededor del espacio público, no como un fin en sí mismo, sino como un vehículo para la construcción social y la integración del ciudadano al entorno público y con otros ciudadanos. La orquestación de actividades en el espacio público donde el ciudadano se va apropiando del mismo, es donde se origina la vigilancia natural por parte de los mismos usuarios que hacen que ese espacio sea de uso comunal o vecinal y valorado por todos. Ese espacio y las actividades que se realicen en él deben ser construidas desde la misma comunidad y de altísima calidad para que este sea valorado y protegido. Es la construcción del capital social desde el espacio público que le da al mismo su razón de existir.

Hagan Clic en la imagen para leer el artículo sobre este tema publicado en el Diario La Voz en su edición aniversaria. Saludos, Luis Cedeño.

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