domingo, 29 de noviembre de 2009

La Policía Nacional: ¿solución social o herramienta de partido?

La policía nacional ha sido una de las iniciativas que con mayor anticipación han esperado los ciudadanos venezolanos como una solución a los muy altos índices de delincuencia presentes en el país. Es de preocupación la falta de información que se tiene de este nuevo cuerpo de seguridad del Estado. Sabemos que estará compuesto en su mayoría, por lo menos inicialmente, por policías de carrera provenientes de otros cuerpos de seguridad, lo cual explica el corto tiempo para "reentrenamiento" de sólo tres meses.

La preocupación ahora surje, y con razón, de que esta nueva policía nacional responda a intereses particulares y no al interés colectivo; como parece es la preocupación del gobierno que ciertas policías estén bajo el mando de líderes regionales no afectos al partido de gobierno. Si bien el ejemplo más latente fue el uso de la Policía Metropolitana durante los sucesos de abril del 2002, en ningún momento este cuerpo fue politizado para ese fin. El que el día de ayer en un acto del partido de gobierno PSUV se fundió con uno aparentemente de la Policía Nacional y el presidente mencionó que primeramente la solución a la inseguridad venía vía el "socialismo". Además exhortando a los cuadros políticos a trabajar junto a la nueva policía excluyendo a las organizaciones sociales de base como los consejos comunales. El asignarles exclusivamente este rol a los cuadros y patrullas políticas del PSUV, se desdibuja la línea entre Estado y partido; fina línea que separa totalitarismo de la Democracia. Hay que garantizar la institucionalidad a esta nueva organización que le imprima estabilidad en el tiempo a la misma y no se vea expuesta a lo vaivenes políticos del gobierno de turno.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Policías Víctimas del Hampa. El Nacional 20.11.09

"Un civil más.
De los funcionarios que han muerto a tiros en Caracas este año, 42 de ellos (77,77%) no estaban de guardia cuando fueron asesinados. Al vestir de civil los policías están tan expuestos a la inseguridad como el ciudadano común, explicó el criminólogo y ex director de la Academia de Policía del estado Miranda, Francisco Javier Gorriño. "Están tan desprotegidos como cualquiera de nosotros", acotó. Están más seguros cuando en el desempeño de su trabajo porque andan en grupo o por lo menos en pareja, y portan radios que les permiten comunicarse con rapidez. "Los uniformados no tienen esos elementos de autoprotección cuando no están de guardia", explicó. Sin embargo, Cedeño indicó que el funcionario es policía las 24 horas del día, por lo tanto si lleva consigo el arma de fuego y está ante una situación de peligro su formación lo lleva a actuar e intentará frustrar el hecho, por lo que siempre se encuentra en riesgo. "Cuando un civil tiene un arma de fuego siempre pensará primero antes de sacarla, mientras que cuando es un policía, así no vaya uniformado, su entrenamiento lo llevará a querer usarla, bien sea para repeler un ataque o para frustrar la comisión de un delito, por lo tanto tiene mayor riesgo de morir asesinado, sólo por su misma condición de policía", expresó el sociólogo. "
La reciente atención prestada al elevado número de funcionarios policiales que han sido asesinados es un indicador de la preocupación por la seguridad de todos los ciudadanos. Lo interesante de las estadísticas presentadas es que dos tercios de los funcionarios asesinados no fue porque estaban en servicio y sólo 12 de ellos de hecho murieron en enfrentamientos con delincuentes estando en servicio. Esto nos impone dos lecturas claras; la primera es que no hay tantos funcionarios muertos en funciones, por lo menos en comparación con el número de presuntos delincuentes mueren en estos enfrentamiento. La realidad es que mientras la rata de muerte policía/delincuente en enfrentamientos se ubica en un promedio de 1:5, en Venezuela se ubica en 1:10; esto nos dice que los policías en el país tienen un doble mejor chance de salir vivo de un enfrentamiento. Lo segundo es que el paradigma del policía de 24 horas pone en una desventaja muy grande a los policías frente a la delincuencia y lleva las de perder. El policía debe serlo sólo en funciones, y eso requiere el cambio de un paradigma mayor: la valoración del rol de policía en la sociedad a través de revindicaciones sociales muchas veces mayores que la media debido a la peligrosidad de su trabajo.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Diplomado Convivencia, Seguridad Ciudadana y Políticas Públicas. UMA-CEPC-PAZ ACTIVA. ATT. NUEVA FECHA DE INICIO...21 de ENERO 2010.







El Centro de Estudios para la Participación Ciudadana, la Universidad Monte Avila y A.C. Paz Activa ofrecen un curso de posgrado que comenzará a dictarse en nuestra sede a partir del 21 de Enero 2010. Este diplomado tendrá una duración de 100 horas académicas, 20 horas de estudios individuales y la elaboración de un trabajo final bajo tutoría.

Nuestra oferta académica se dirige a funcionarios públicos y profesionales con interés en impulsar acciones a favor de la convivencia y seguridad ciudadana, buscando proporcionar conocimientos y brindar las herramientas adecuadas, con miras a garantizar a la colectividad soluciones integrales para la reducción de la criminalidad. Contando con un panel de destacados profesores, así como el co-patrocinio del Centro de Estudios de Seguridad y Análisis Estratégico de nuestra Universidad, quisiéramos invitarlos a formar parte de esta experiencia, para lo cual hemos reservado un cupo para Ud en esta primera cohorte.

Para mayor información sobre el contenido programático, inversión y contactos, anexamos tríptico informativo y contenido programático.Esperamos contar con la valiosa presencia de su institución en esta iniciativa, ofrecen esta excelente oportunidad de estudios. Comienza este 21 de Enero.

Más info siga este vínculo: http://www.uma.edu.ve/diplomados/convivencia/convivencia.htm

Escriban a pazactiva@gmail.com para obtener mayor información. Cupos limitados a 25. Ultimos días. llamar al: 0412 5890365 para apartar su cupo!!!

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Violencia y resilencia: Investigación - El Nacional Domingo 8 de Noviembre

Resulta paradójico y desconcertante. La inseguridad es, según todas las encuestas de opinión, el principal problema que agobia a los venezolanos y constituye una fuerte traba al desarrollo; sin embargo, lejos de impulsar la indispensable investigación social, sanitaria, económica, familiar o psiquiátrica que nos permitiría conocer mejor el problema, el Estado no tiene ni promueve centros de investigación y, peor aún, desestimula las pocas iniciativas existentes, amenazando con criminalizar la recepción de recursos internacionales.
La criminalidad en cada país tiene matices propios. En Venezuela no existe un conflicto interno, ni bandas o pandillas estructuradas; nuestra delincuencia común no está tan bien organizada, ni es tan espectacularmente sanguinaria como los carteles de la droga mexicanos; sin embargo, nuestros índices delictivos y porcentaje de homicidios por 100.000 habitantes son peores que los de Colombia, Brasil o México. Esto significa que las experiencias exitosas de otras ciudades no necesariamente funcionarán aquí, y que es preciso conocer, profundizar, analizar e investigar todas las facetas de nuestra criminalidad para dar con soluciones preventivas y represivas eficientes.
En la mayoría de los países la investigación en materia de criminalidad y violencia la realizan centros de estudios de universidades públicas o privadas, observatorios, organizaciones no gubernamentales u organismos internacionales Lo más común y eficiente es que el Estado, principal interesado en que se investigue, se estudie, se discuta, se publique, apoye directa o indirectamente a estas instituciones para que cuenten con recursos suficientes para realizar sus labores, o promueva y canalice la recepción de fondos privados o de fundaciones internacionales.
En Venezuela, a pesar de la gravedad del problema, no es así. Las pocas instituciones dedicadas a estos temas tienen que trabajar con las uñas, sin apoyo del Estado y muchas veces enfrentadas al Gobierno.
Detrás de las instituciones, el Laboratorio de Ciencias Sociales de la Universidad Central de Venezuela, el Centro de Investigaciones Populares o el Instituto de Investigaciones de Convivencia y Seguridad Ciudadano, están o han estado hombres y mujeres que por su tenacidad y esfuerzo han logrado producir material de primera necesidad para entender qué ocurre con la violencia en Venezuela. El doctor Roberto Briceño León ha participado en investigaciones nacionales y continentales y produce continuamente libros, cuadernos y estudios sobre inseguridad.
El padre Alejandro Moreno ha sabido arrojar una visión distinta, testimonial y profunda de los delincuentes "estructuralmente violentos" de Petare. Luis Cedeño ha dedicado esfuerzos en profundizar sobre los costos de la violencia, tema sobre el que casi no se ha escrito ni dicho nada en nuestro país. Carlos Nieto Palma y Humberto Prado en materia penitenciaria; Liliana Ortega, Rocío San Miguel, Margarita Tablante, Héctor Faúndez, Jesús Ollarve, en Derechos Humanos; Ofelia Álvarez y tantos otros dedicados a erradicar la violencia contra la mujer y los menores.
Si estas personas y las instituciones en las que laboran dejaran de ser vistas como "enemigas" por el actual gobierno, simplemente por denunciar tristes realidades existentes, y recibieran apoyo en recursos, infraestructura, facilidades, sin duda se multiplicaría el material y las áreas de investigación, indispensables para lograr salir del drama de la violencia que hoy tan intensamente padecemos.
MARCOS TARRE